
Son las 2.32
y yo aquí en cama
acumulo hojas escritas
desde hace una semana
siento que debo soltar el lápiz
y un día de estos
soltar tu imagen también.
Son las 3.56
y sigo así, tal cual
recostado,
de costado,
amarrado a estas palabras no te logro extirpar,
por más que anoto,
no noto
que te vayas a borrar.
sigues atrapada
a medio camino
entre mi cabeza y mis manos.
Son las 6.10
amanece allá fuera
pero acá dentro sigue oscuro
y frío
ya es hora de tomar
tantas hojas escritas
y prender un buen fuego...
tanto frío
no me deja
escribir un poco más.